Guy de Maupassant
En el verano de 1888, Guy de Maupassant realizó una ascensión en el globo aerostático El Horla. La crónica de ese viaje, incluida a continuación, fue publicada en la revista La Lecture.
"Cuando entré en el taller de La Villette, vi, yaciente sobre la hierba del patio, enfrente de la armada de negras y monstruosas chimeneas, el enorme globo amarillo, casi inflado por completo, igual a una calabaza colosal posada en medio de gasómetros en el huerto de un cíclope.
Un largo conducto de tela barnizada, igual a ese pequeño rabo torcido por donde las calabazas doradas beben la vida en la tierra, insuflaba al Horla el alma de los aeróstatos. Palpitaba y se levantaba poco a poco, y una docena de hombres lo rodeaban, desplazando de cuando en cuando los sacos de lastre enganchados a las amarras para permitirle moverse.
Un cielo bajo y gris, una pesada bóveda de nubes se extendía sobre nuestras cabezas. Eran las cuatro y media de la tarde, y la noche ya parecía próxima."
Este es un pequeño fragmento, que habla sobre lo hermoso de las nubes y. Su importancia en nuestro vivir.
Sobre las nubes
Brayan acero
Este es un pequeño fragmento, que habla sobre lo hermoso de las nubes y. Su importancia en nuestro vivir.
Sobre las nubes
Brayan acero
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